Amarme, adorarme, protegerme~

—Respondió, dejando escapar la risa antes de responder a cada beso con gusto, mirándolo fijamente y acariciando su mejilla.—

Mi esposo es el mejor del mundo, sin duda~
En esa y esta vida~

—Se mantuvo feliz en sus brazos, disfrutaba de sus demostraciones de afecto y lo miraba, ladeando la cabeza un poco.—

¿Aunque?~

—Sorprendido al escuchar eso, desvió la mirada un poco, sacudiendo la cabeza para sacarse esa extraña imagen mental que le dió.—

Realmente no lo sé pero... Pero me alegra que mamá no hubiera tenido nada con él. Seríamos primos y eso no sería bueno~

—Nuevamente la descarga fue abundante, sintió su vientre hincharse y jadeó al ser tanto lo que recibió, respirando agitado, totalmente agotado, incluso cerrando los ojos.—

A-Amor...~

—Musitó suave, llamándolo antes de empezar a dormitar aún con las palabras ajenas, le costaba mantenerse despierto con aquel cansancio.—

—Se mantuvo feliz en sus brazos, disfrutaba de sus demostraciones de afecto y lo miraba, ladeando la cabeza un poco.—

¿Aunque?~

—Sorprendido al escuchar eso, desvió la mirada un poco, sacudiendo la cabeza para sacarse esa extraña imagen mental que le dió.—

Realmente no lo sé pero... Pero me alegra que mamá no hubiera tenido nada con él. Seríamos primos y eso no sería bueno~

—Ahora más que nunca el "todos los días" era deseado, necesario, así se asegurarían de formar su familia, de finalmente poder darle descendencia aún si no era mujer.
Sus gemidos seguían saliendo en cada embestida, su mirada totalmente nublada y su cabeza en blanco lo dejaban por completo a merced de su esposo, no iba a aguantar más, menos con la clara seña de las lágrimas de placer puro en ese momento.

Sus paredes se estrechaban cada vez más, por segundos, estrujándolo y anunciando que estaba al punto del clímax, más cuando empezaron los espasmos, arqueando la espalda.—

A-aahh~
Lan... Lan Zhan... mi A-Zhan t-te amo... aahhh~

—No pudo aguantar mas, se desbordó con apenas un par de embestidas certeras, dejando escapar un gemido agudo mientras sus manos se aferraban con necesidad a lo que pudiera sujetarse, con aquellos espasmos y el arco de su espalda, estrechando sus paredes sin piedad contra la erección del jade.
Pudo sentir su orgasmo llegar casi a la par que el de su esposo, siendo llenado profundamente, con una sensación de calidez más calante que todas las veces anteriores, como si esa fuera la indicada, terminando por caer rendido, en cucharita junto a él, respirando agitado.—

M-mi... Mi A-Zhan~

—Apenas se estaba recuperando de lo que recién había sucedido, apenas lograba calmar su respiración errática cuando lo volvió a sentir moverse, gimiendo de nuevo, sorprendido y casi tratando de frenarlo.—

A-ahh~
Lan Zha...Zhan, espera...d-dame tregua, s-sólo un momento, por favor ghh~

—Sus caderas eran imparables, apenas lograba pensar con claridad y esa casi nula, su cuerpo estaba totalmente debilitado, sensible casi a la décima de lo que era normalmente, arqueando la espalda de nuevo.&

—Deseaba sentirlo más, moverse por si mismo no lo hacía llegar tan profundo como quisiera en realidad, gimoteando por lo bajo, estremeciendo con sus acciones y elevando un poco más sus caderas para darle un mejor espectáculo.—

¿T-todos los días?

—Abrió los ojos de golpe cuando retomó aquel ritmo tan tosco, llegando de nuevo muy adentro, casi sintiendo el golpeteo en su estómago como lo dijo antes, arqueando la espalda y dejando que sus gemidos llenar a todo el jingshi.—

A-aahhh aahh~

—Ahora más que nunca el "todos los días" era deseado, necesario, así se asegurarían de formar su familia, de finalmente poder darle descendencia aún si no era mujer.
Sus gemidos seguían saliendo en cada embestida, su mirada totalmente nublada y su cabeza en blanco lo dejaban por completo a merced de su esposo, no iba a aguantar más, menos con la clara seña de las lágrimas de placer puro en ese momento.

Sus paredes se estrechaban cada vez más, por segundos, estrujándolo y anunciando que estaba al punto del clímax, más cuando empezaron los espasmos, arqueando la espalda.—

A-aahh~
Lan... Lan Zhan... mi A-Zhan t-te amo... aahhh~

—No pudo aguantar mas, se desbordó con apenas un par de embestidas certeras, dejando escapar un gemido agudo mientras sus manos se aferraban con necesidad a lo que pudiera sujetarse, con aquellos espasmos y el arco de su espalda, estrechando sus paredes sin piedad contra la erección del jade.
Pudo sentir su orgasmo llegar casi a la par que el de su esposo, siendo llenado profundamente, con una sensación de calidez más calante que todas las veces anteriores, como si esa fuera la indicada, terminando por caer rendido, en cucharita junto a él, respirando agitado.—

M-mi... Mi A-Zhan~