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Aʟɪx Tᴇʀɪᴀᴛ[center]Después de que había hablado con su madre Ayla y su tía Agni sobre su compromiso con Aron, su tía le había mencionado sobre los conflictos que la familia, en específico, su primo Maddox había tenido con quien era el hombre que Layla había elegido para ella.
Firme, la más joven de los Barrow caminó a paso lento hacia el castillo donde estaban sus abuelos con quienes había pedido hablar, solicitando una audiencia con ellos. A su lado venía Aron, aquel chico que le había robado el corazón con una simple mirada y con una palabra ya había quedado prendada de él. Ambos brazos estaban alrededor de uno suyo. Su mirada parecía decidida y firme en cuanto a lo que tenía que decir y hablar, pero aún así sentía nervios por presentar a su querido novio a sus abuelos y a toda su familia completa. Tenía miedo de que no fuera aceptado y, en todo caso, que las cosas no se aclararan. Miró por un momento a Aron, deteniendo sus pasos justo frente a la puerta del castillo y le soltó del brazo, llevando ambas manos a acomodar la corbata de este y después darle un beso en la mejilla.
[c=#562D80]— Sé que todo saldrá bien, confío en ello. Layla cuidar de Aron siempre. [/c]
Si ella se sentía nerviosa, seguramente él lo estaría más, por lo que tomó su mano y entrelazó sus dedos con los de él, para proseguir con la caminata, siendo recibida por los guardias los cuales abrieron las inmensas puertas, dejándoles pasar. Layla, cordial, hizo un ademán con la cabeza como agradecimiento por su servicio. Dentro del castillo, fue recibida por el mayordomo primero, el cual les guió hacia la sala donde estaba el trono de sus abuelos y donde serían recibidos. Respiraba profundo, trataba de mantenerse tranquila, pero sentía como si el corazón se le fuera a salir del pecho.
[c=#562D80]— Abuelo, abuela... [/c]
Habló Layla, quien caminó hacia ellos, quedando a unos cuantos metros de los tronos de estos. A estar de frente, soltó a Aron y tomó los costados de su vestido, ampliándolo y haciendo una reverencia ante ellos, flexionando su torso hacia el frente y finalmente reincorporarse, sonriéndoles y volviendo a tomar la mano de su amado.
[c=#562D80]— Abuelo, abuela, él es Aron, es mi prometido y venimos ante ustedes a hablar sobre nuestra relación, así mismo como Aron viene a exponer su versión de los hechos en cuanto a lo sucedido con Maddox. Quiero que ustedes le conozcan y vean lo que yo vi en él; que es un maravilloso chico que hace a Layla feliz. [/c]
Expuso sus palabras y volvió a tomar la mano de su pelirrojo, mirando con atención a sus abuelos, esperando su respuesta.
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-Sin duda creo que mi nieto es uno de los mas parecidos a su madre, le gusta meterse en problemas inecesarios y hasta ahora solo nosotros hemos podido mantenerlo un poco a raya...aun asi acepta el error de sus palabras y yo reconozco que quizai nieto hablo en un momento inoportuno...creo que eso nos deja limpios de esa situación
Comenta sonriendo y aquella sonrisa se vuelve un poco mas retadora
-Joven...¿Realmente podra cumplir con ello? El amor puede hacernos pensar que salvaremos a nuestros seres amados pero a veces estamos en un error...pero le dare una oportunidad....tiene un mes para demostrar progreso, no espero que se controle al 100% pero quiero ver un cambio...yo misma le pondre a prueba ¿Le parece un trato justo?
— Me parece un trato justo señora. En un mes puedo hacer que Layla pueda al menos mantener su cordura y estabilidad.
Respondió aquello con una gran confianza y seguridad. Esto se debía a que en el pasado ya había calmado a su amada cuando su poder de apoderaba de ella, razón por la que ya estaba seguro de como empezar a enseñarle. "He de darle un limitador" pensó para sí mismo ya que aquello facilitaría por mucho su trabajo.
— En caso de fallar les daré uno de mis ojos, estoy seguro que pueden descubrir mucho si lo investigan.
Nuevamente habló con sinceridad y tranquilidad, eso era normal puesto a que podría regenerarlo fácilmente. Pero a su vez esto era un trato arriesgado ya que los secretos del ojo de un fénix podrían hacer crecer por mucho a los Barrow.
Respondió a su abuelo, como último y volvió a ver a su abuela y al final a Aron, algo confusa en cuanto a eso de enseñarle a controlar sus poderes e incluso ingenua a las palabras de "sellarlos'. No preguntó nada, solo recordaba las veces que su amado, extrañamente, solía calmarla con una especie de tela que le ponía en los ojos. Achicó la mirada y soltó un largo suspiro, volviendo a tomar la mano del pelirrojo, entrelazando sus dedos con este.
— O-otro de los temas es... Q-que... — Bajó la mirada, totalmente ruborizada. — Ar-Aron quiere... Pe-pedirles mi mano en matrimonio, abuelitos. Y ta-también debe hacerlo con mamá y papá. — Subió un poco la vista, sonriendo nerviosa.