[code][b]Ojalá[/b] entendieses que hay tormentas que no calan, pero que hacen temblar. Que hay falsas esperanzas que siguen manteniéndonos vivos. Si ya por saber sólo sé las lecciones que nunca me enseñaron tus labios. Y ese mantener el equilibrio mientras corro por la delgada linea que separa el tocar fondo de sentirme libre. Qué desastre más bonito el no saber qué hacer mañana, si sobrevivir o esperar a que tu ausencia me de la extremaunción.[/code]
[code]Cuando subo a la moto ya anochece. Es precisamente en ese momento cuando veo regresar a Gin. Conduce veloz, tal como es ella. Acompaña la curva con la cabeza, canturrea la canción que está escuchando en ese momento. Quién sabe cuál es. Me parece otra vez alegre. Como siempre. Tal como la había dejado. Contenta de su sonrisa, de la vida que lleva, de los sueños que persigue, de los límites que no conoce. Libre. Libre de todo eso que no le interesa e incluso más aún. Y entonces me alejo así, viéndola asombrada, mientras sonríe. Y soy feliz. Como hace mucho que no lo era... Culpable sólo de esa inscripción, inmensa, que ocupa toda la fachada de su casa. Espléndida, directa, hermosa. Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos, ya no tengo sombras, no tengo pecado, no tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz. Contigo, Gin. Estoy seguro. Sí, es así. ¿Ves?, hasta lo he escrito: «Tengo ganas de ti.» [/code]
[center][code]“Tal vez no era para mí, tal vez nuestras coincidencias no significaban nada, tal vez tantas miradas no lo explicaban todo, tal vez no todo estuvo escrito, tal vez solo tenía que pasar por mi vida y dejar una lección: Jamás te enamores de lo prohibido, me lo habían dicho muchas veces, pero yo creo que no, lucha, vive, siente, tal vez jamás vuelvas a sentir todo aquello, tal vez en el destino si está que lo vivas y lo sientas, aunque eso no significa que vaya a durar para siempre, tal vez en un día se irá o acabará, tal vez más pronto que tarde, pero ama esos momentos al máximo, tal vez no sea la historia con final feliz, pero puede ser inolvidable, y creo que solo por eso, vale la pena.”[/code][/center]
[center][code]No me obligues a decir “te quiero”, como si no supieses que hay algo en mí que me impide hablar del amor. No me obligues, porque terminaremos durmiendo en distintas camas, aunque quizá compartiendo el mismo insomnio. No me obligues a decirte que vuelvas, porque nunca he sabido pedir segundas oportunidades por causas que merecían la pena. El problema, en parte, siempre he sido yo y mi estúpida manía de complicar el amor hasta convertirlo en una despedida. Me gustaba pensar que todo era un juego por si terminabas haciéndome daño. Era la forma que tenía de salvaguardar mi estabilidad emocional. Muy pocas veces lo conseguía. Y no dijimos adiós, simplemente, un día, concretamente una noche, muy de madrugada, nos cansamos de jugar; de ir y venir; de querer abrazarnos y, no obstante, soltarnos cada vez más. Pero lo triste fue que estábamos tan acostumbrados a perder siempre que no lo intentamos de nuevo. Nos resignamos. Nos fuimos. Hola, distancia, ¿tú otra vez por aquí?. Y le sumamos un punto al marcador de las esperanzas rotas, nosotros hace ya tiempo que perdíamos por una gran diferencia. [/code][/center]
[center][code]“Bésame la distancia, cariño, que es la peor herida que tenemos. Y quizá algún día nos curemos los kilómetros y la felicidad sea perderme en tus ojos, y no en mi habitación, de madrugada, donde te juro que siempre es invierno sin ti. No sé si tú sentirás lo mismo. Sería bonito que gritásemos lo mismo cuando nos quedamos callados. El mundo gira demasiado rápido y temo que alguno de los dos se quede atrás, y nunca tenga fuerzas suficientes para encontrar al otro. Tenemos que intentarlo. Creo que a estas alturas de la vida, ya hemos muerto demasiado.”[/code][/center]
[center][image=http://67.media.tumblr.com/8d7ae704414bc17f1a212fbf858767d6/tumblr_nhpxj5IuoY1t1prrio1_400.gif] [/center] [code][center]“La distancia no estaba en nuestros planes. Ni el final precipitado, en el comienzo, ni en aquellas ganas, colgadas, sin cobertura, que nos llevan: nos devuelven, y nos preguntamos qué es lo que falló, si nosotros o el mundo, que financió nuestros sueños con intereses. Volamos un tiempo. Conocimos la ciudad cogidos de la mano. Cruzamos semáforos en rojo mientras nos besábamos. Vivimos hasta el límite de nuestros cuerpos. La energía no se crea ni se destruye, se convierte en cualquiera de tus orgasmos. Me gustaría rectificar. Haberte dicho “quédate” cuando te dije “vuelve mañana”, o “soy un completo gilipollas y un orgulloso, cariño, se me da fatal hablar del amor” cuando te dije “adiós”. No supimos arreglarnos a tiempo, porque sucede que nosotros ya estábamos rotos mucho antes de que lo nuestro empezase a venirse abajo. No supimos superar algunas fotografías, fue eso. A lo mejor nos quisimos queriendo ser tiritas para el otro. Tú querías curarme y yo quería no hacerte daño, pero las nuestras fueron como esas propuestas electorales que nunca se cumplen. Papel mojado encima de la mesa. Y creo que vamos a ir tropezando así, hasta que encontremos a alguien que nos de una buena hostia y seguidamente nos abrace. No sabemos querer, sólo desear que alguien nos quiera. Estamos demasiado rotos para saber quedarnos sin tener la sensación de que nos vamos a quedar solos en cualquier momento. Ojalá nos rescaten pronto.”[/center][/code]
[code]"Porque, cariño, yo te quiero lo suficiente como para querer que seas [b]feliz[/b], pero no tanto como para que el que te haga sonreír sea otro. Y es que si no te digo “ven” es porque quiero que vengas. Que si me callo, es porque lo que no te digo es[i] “te quiero”.[/i] Y es que me voy como aquel que quiere que se lo impidan. Porque sé que la felicidad sólo depende de que te des cuenta de que pierdo todos los trenes en los que no te subes. Que te des cuenta de eso y me beses en el andén como cuando dos se reencuentran después de mucho orgullo de por medio. He soñado algunas noches contigo. Con nosotros. Yo voy y tú te quedas. Hablamos de cosas que ahora no recuerdo, y luego me miras, y nos callamos. Y es ese silencio que precede a los besos que parecen no terminar nunca. Pero no hay beso: despierto antes. Lo he soñado muchas veces, que encadenarme a tu cuerpo es también otra forma de ser libre. Pero sólo es un sueño. Y cuando suena la alarma y abro los ojos, también se abren algunas heridas, y empiezo a pensar que la peor distancia que me separa de ti es el miedo que le tengo a que algún día te alejes del todo. Y es que el no intentar las cosas evita que podamos fracasar, pero cuánto jode no saber si cuando piensas en mí también te quedas muy callada, como si esperases que algún beso te tomase la palabra. Como si esperases que alguno de mis besos te hiciese hablar. Y no sé entablar una conversación conmigo mismo, para decirme que te estoy perdiendo al no recordarte que te recuerdo cuando hace frío. Que las madrugadas sin ti parecen lienzos a los que alguien no les pintó un sentido. Y me cuesta olvidarlo algunas veces."[/code]
1-7 of 7
1
How are you feeling?
In Love
Happy
Fine
Normal
Quiet
Sleepy
Tired
Anxious
Sad
Rude
Angry
Drunk
Sick
Hungover
Ioni Vauthier | Blog | iOrbix
JavaScript is disabled on your browser.
iOrbix won't work properly if your browser doesn't have JavaScript enabled.
Please enable JavaScript, or alternatively, access iOrbix Mobile.
[code][b]Ojalá[/b] entendieses que hay tormentas que no calan, pero que hacen temblar. Que hay falsas esperanzas que siguen manteniéndonos vivos. Si ya por saber sólo sé las lecciones que nunca me enseñaron tus labios. Y ese mantener el equilibrio mientras corro por la delgada linea que separa el tocar fondo de sentirme libre. Qué desastre más bonito el no saber qué hacer mañana, si sobrevivir o esperar a que tu ausencia me de la extremaunción.[/code]
Contigo, Gin. Estoy seguro. Sí, es así. ¿Ves?, hasta lo he escrito: «Tengo ganas de ti.»
[/code]
[center][image=https://68.media.tumblr.com/e802aad2fe99c573d08df5832015f865/tumblr_o628eo1gf71uz93wqo1_400.gif][/center]
[center][image=https://68.media.tumblr.com/0ff9f46d251a43376dce3ebd52a18628/tumblr_o2anmnmJvZ1qhqy9zo2_400.gif][/center]
[center][code]No me obligues a decir “te quiero”, como si no supieses que hay algo en mí que me impide hablar del amor. No me obligues, porque terminaremos durmiendo en distintas camas, aunque quizá compartiendo el mismo insomnio. No me obligues a decirte que vuelvas, porque nunca he sabido pedir segundas oportunidades por causas que merecían la pena. El problema, en parte, siempre he sido yo y mi estúpida manía de complicar el amor hasta convertirlo en una despedida. Me gustaba pensar que todo era un juego por si terminabas haciéndome daño. Era la forma que tenía de salvaguardar mi estabilidad emocional. Muy pocas veces lo conseguía. Y no dijimos adiós, simplemente, un día, concretamente una noche, muy de madrugada, nos cansamos de jugar; de ir y venir; de querer abrazarnos y, no obstante, soltarnos cada vez más. Pero lo triste fue que estábamos tan acostumbrados a perder siempre que no lo intentamos de nuevo. Nos resignamos. Nos fuimos. Hola, distancia, ¿tú otra vez por aquí?. Y le sumamos un punto al marcador de las esperanzas rotas, nosotros hace ya tiempo que perdíamos por una gran diferencia. [/code][/center]
[center][code]“Bésame la distancia, cariño, que es la peor herida que tenemos. Y quizá algún día nos curemos los kilómetros y la felicidad sea perderme en tus ojos, y no en mi habitación, de madrugada, donde te juro que siempre es invierno sin ti. No sé si tú sentirás lo mismo. Sería bonito que gritásemos lo mismo cuando nos quedamos callados. El mundo gira demasiado rápido y temo que alguno de los dos se quede atrás, y nunca tenga fuerzas suficientes para encontrar al otro. Tenemos que intentarlo. Creo que a estas alturas de la vida, ya hemos muerto demasiado.”[/code][/center]
[/center]
[code][center]“La distancia no estaba en nuestros planes. Ni el final precipitado, en el comienzo, ni en aquellas ganas, colgadas, sin cobertura, que nos llevan: nos devuelven, y nos preguntamos qué es lo que falló, si nosotros o el mundo, que financió nuestros sueños con intereses. Volamos un tiempo. Conocimos la ciudad cogidos de la mano. Cruzamos semáforos en rojo mientras nos besábamos. Vivimos hasta el límite de nuestros cuerpos. La energía no se crea ni se destruye, se convierte en cualquiera de tus orgasmos. Me gustaría rectificar. Haberte dicho “quédate” cuando te dije “vuelve mañana”, o “soy un completo gilipollas y un orgulloso, cariño, se me da fatal hablar del amor” cuando te dije “adiós”. No supimos arreglarnos a tiempo, porque sucede que nosotros ya estábamos rotos mucho antes de que lo nuestro empezase a venirse abajo. No supimos superar algunas fotografías, fue eso. A lo mejor nos quisimos queriendo ser tiritas para el otro. Tú querías curarme y yo quería no hacerte daño, pero las nuestras fueron como esas propuestas electorales que nunca se cumplen. Papel mojado encima de la mesa. Y creo que vamos a ir tropezando así, hasta que encontremos a alguien que nos de una buena hostia y seguidamente nos abrace. No sabemos querer, sólo desear que alguien nos quiera. Estamos demasiado rotos para saber quedarnos sin tener la sensación de que nos vamos a quedar solos en cualquier momento. Ojalá nos rescaten pronto.”[/center][/code]
[code]"Porque, cariño, yo te quiero lo suficiente como para querer que seas [b]feliz[/b], pero no tanto como para que el que te haga sonreír sea otro. Y es que si no te digo “ven” es porque quiero que vengas. Que si me callo, es porque lo que no te digo es[i] “te quiero”.[/i] Y es que me voy como aquel que quiere que se lo impidan. Porque sé que la felicidad sólo depende de que te des cuenta de que pierdo todos los trenes en los que no te subes. Que te des cuenta de eso y me beses en el andén como cuando dos se reencuentran después de mucho orgullo de por medio. He soñado algunas noches contigo. Con nosotros. Yo voy y tú te quedas. Hablamos de cosas que ahora no recuerdo, y luego me miras, y nos callamos. Y es ese silencio que precede a los besos que parecen no terminar nunca. Pero no hay beso: despierto antes. Lo he soñado muchas veces, que encadenarme a tu cuerpo es también otra forma de ser libre. Pero sólo es un sueño. Y cuando suena la alarma y abro los ojos, también se abren algunas heridas, y empiezo a pensar que la peor distancia que me separa de ti es el miedo que le tengo a que algún día te alejes del todo. Y es que el no intentar las cosas evita que podamos fracasar, pero cuánto jode no saber si cuando piensas en mí también te quedas muy callada, como si esperases que algún beso te tomase la palabra. Como si esperases que alguno de mis besos te hiciese hablar. Y no sé entablar una conversación conmigo mismo, para decirme que te estoy perdiendo al no recordarte que te recuerdo cuando hace frío. Que las madrugadas sin ti parecen lienzos a los que alguien no les pintó un sentido. Y me cuesta olvidarlo algunas veces."[/code]