Pudo no ser teatro al momento de cerrar el trato, mas al momento de ello decidió dejar su marca personal, aunque innecesaria. El pulgar diestro lo posó sobre el dorso de su mano y el resto de los dedos sostuvieron la palma de su extremidad, se inclinó ante ella con falsa elegancia, pues la pierna derecha se adelantó y flexionó en exagerada amplitud en comparación a la tímida posición de su gemelo. Retuvo su mano con extremo cuidado, mas con peculiar seguridad; besó su envés como si de una monarca se tratase, escondió la zurda al momento de sellar su pacto—. Una noche es más que suficiente —respondió y finalmente volvió a actuar como el desinteresado de siempre— ¿Vamos, Rakki? Tengo toda lo que queda de luz diurna para cumplir mi parte.
 

Hahaha, son demasiado graciosos ustedes -termina por reir la mujer, agitando sus colas lentamente y cerrando los ojos, maquinando dentro de su cerebro- Me parece un buen trato -come ta ofreciendole su mano sin problema alguno, esperando que la tomara para sellar el trato- Espero el intercambio sea justo... pero su suerte solo aumentará por una noche, asi que disfrute de ella lo mas que pueda.
 

— ¡Ese es el espíritu! –exclamó contento, con ímpetu renovado, pues era de esos que estaba a favor de satisfacer y alimentar esa moderada, pero peligrosa ascua llamada "curiosidad"—. No hay nada mejor que experimentar con alguien de confianza, dicen los padres responsables —se llevó la diestra al pecho, orgulloso de su limpia consciencia podrida—, y como yo soy un defensor de los buenos valores te ofrezcó esto: te ayudo a saciar la curiosidad que tienes y a cambio me dejas multiplicar mi sueldo en el casino, ¿no es un gran trato? —expectante sugirió, sintió la adrenalina de quién estaba a punto de ganar en el "juego de la vida", pues de alguna manera cierto, con dinero podría holgazanear sin presiones.
 

No tengo experiencia con drogas de ningun tipo mas alla del alcohol... -le comenta, viendole directamente a los ojos y agitando sus colas sin problema- Pero... la curiosidad puede ser grande en estos casos, no le voy a mentir~
 

— Ah, no es nada especial, solo unos amiguitos que uno se hace al andar —respondió con un leve ademán hecho con la mano que no invadió el espacio personal de la albina, era necesario aclarar que no se alejó, a pesar de haber terminado con su gracia—. Y sí, es una especie de droga, bastante poco manipulada y bastardeada si me permites decirlo, pero vamos, a mi buena amiga no voy a cobrarle absolutamente nada —agregó y luego dio unas palmadas al hombro de la kitsune, esto marcó un sutil alejamiento, pues sintió sobrada esa confianza, aunque ella en ningún momento pareció exhibir molestia por su circo.
 

Solo si logras entretenerme lo suficiente como para que te lo permita -responde la mujer con algo de altanería, dejandole colocarse a su lado y agitando sus orejas antes de apuntarlas hacia el mostrandole una tranquila y calmante sonrisa- Que es el "dendro" ese? Una especie de droga? Ahora me da curiosidad sobre que clase de conexiones tiene usted...~
 

— ¿Eso significa que si te llevo a las apuestas saldré rico? —rompió por completo esa suerte de seriedad entre ambos al emplear un tono de voz tanto monótono como también estúpido. En ese momento no hubo demasiadas distancia entre ambos, procuró acortar toda cuando, tan veloz que siquiera movió sus pies, se posicionó a un costado (indistinto cual) para rodear sus hombros con el brazo más cercano, como sin fueran colegas de toda una vida— ¿Cuando salimos?, Puedo ser tu mejor amigo si no tienes aún alguno también consigo "dendro" con suma facilidad, no puedes tener mejor amistad —falluto, ahora si mostró su codicioso e hilarante interés.
 

Mi caso es distinto al de todo el mundo, soy alguien que maneja la suerte en la palma de su mano, alguien que puede emplearla a gusto si asi lo desea -le estaba dando pistas, pero por el momento no deseaba para nada ser directa, solo pensaba disfrutar de sus reacciones a medida que la informacion se le fuera revelando-
 

— Lo sé, una mera fantasía, por lo menos aquí, dónde estamos nosotros, algo así nunca ocurrirá —afirmó con suavidad, en provecho de la cercanía ajena, no necesitó exagerar ninguna de sus supuestas emociones, casi que pareció un pequeño secreto entre ambos—. Dejemos de hablar de mi, notaste que soy alguien sin suerte, ¿pero tú caso es distinto al mío? —cuestionó manteniendo esa voz recatada, atreviéndose a mirarla directamente a los ojos, como si fuese desafiante respecto a su posible contestación, ¿será que se dio cuenta de a quién tenía delante?
 

Vaya, vaya, vaya... creo que tenemos a un dios del mal entre nosotros con usted -responde sonriendo suavemente por su parte, agitando nuevamente sus colas y acercandose para poder verle con mas claridad- Pero eso no es posible, no puedes cumplir los sueños de todos.