Ariane Cassiane Krebs
En la actualidad tengo 25 años y estoy en mi último año de estudios de artes plásticas. Antes vivía con mis padre adoptivos, pero decidí mudarme a una departamento cercana a mi facultad en la Universidad. Recientemente estuve en el club de teatro y hacia modelaje en campañas publicitarias en la Uni, para recaudar fondos para fundaciones de mascotas; ciertamente me he ganado algo de popularidad por mi buen atractivo físico, aunque nada de eso se compara con lo genial que es compartir con mis amigos de fiestas y sobre todo de estudio. En mis pasatiempos suelo practicar en un taller artesanía tradicional modelando vasijas, platos con arcilla, e igualmente el tejido a mano. Me fascina jugar videojuegos de consola o pc, es mi segundo vicio favorito.
Considero que mi personalidad es muy espontanea y directa, suelo decir las cosas con naturalidad sin percatarme demasiado en el que dirán. Soy divertida, atrevida, muy risueña pero en mis peores ratos, soy un poco amargada o antipática. Mi lado compulsivo y agresivo siempre quiere salir a flote de algún modo o una situación inesperada, pero debo lidiar con mis dones de mitad ángel, que controlan fuertemente mi mal temperamento.
About Me
La única historia que recuerdo (o me contaron), comenzó con un mal padre que me abandonó y de una madre que fue castigada por Dios. Fui criada por una familia que me adoptó, ellos fueron justos conmigo al ser su única hija. Mi mamá de crianza me contó, que al ver mis ojos, sintió un fuerte apretón en su pecho y enseguida lloró. Desde ese momento, decidió llevarme a su lado y cuidarme junto a mi padre adoptivo; llegué a sus vidas para brindarles felicidad, o eso dijeron. Actualmente vivo como una chica ordinaria de 25 años... aunque, muy en mi interior, tengo un poder, algo que me hace sentir muy diferente de otros. Soy mitad ángel, y mi único propósito es descubrir la verdad, o al menos eso esperaría saber mientras disfruto la vida que tengo. Quisiera decirte más, pero esta es una carta muy breve, mejor búscame y vamos a charlar en alguna pradera, o mejor aún, viajemos en auto por toda la ciudad.