About Me
Tipo de personaje: Creado/Oc.
Nombre: Asael.
Seudónimos: Gin/Réquiem.
Especie: Es un Serafín, una especie cuya labor es servir a Dios. Se caracterizan por vestir unos atuendos distintivos a los demás, la soberanía de tener dos alas y la autoridad sobre los cielos después de su señor.
Cada uno de ellos tiene un prestigio único, siendo a tal punto que son los más cercanos a Dios, esto a causa de ser valerosos y excelsos.
Como Serafines, una de sus cualidades es que no envejecen, no desde el momento en que ascienden a este rango.
Con tal de tenerlos a su lado, la entidad suprema les otorga ese don. Sus cuerpos como tal son eternos, pero de algún u otro modo sí pueden morir.
Tampoco son extravagantes. En realidad, son muy semejantes a los humanos en cuanto a físico, es solo que están bañados de magnificencia, de manera hiperbólica.
Esa vestidura blanquecina es la que les da esa sensación enfática de ser seres con pureza; es la característica que hace que muchos se acerquen a ellos, por su sublimidad.
Edad: Incierta, pero existe desde la era precámbrica.
Género: Masculino.
Orientación: Heterosexual.
Altura: 183 centímetros.
Peso: 77 kilogramos.
Apariencia: Asael es alguien garbo de emblanquecida tez, esbelto, fornido y embellecido. Esas son características físicas muy notables.
Su ennegrecido cabello como la noche conduce hacia todas direcciones con engrosados mechones que entre ellos se enredan, después de todo es levemente colocho.
Una que otra hebra sutil se redirecciona a su semblante, tan delgadas y finas como un hilo que concluye cerca de sus pómulos. Arriba de susodicha zona, sus ojos.
Sus umbríos luceros relucen al son de sus gráciles cejas renegridas.
Un blanquecino saco ajustado de mangas largas que culminan al inicio de sus manos y desciende hasta su cadera se divisa. Tiene cuello largo y además es de albicos botones.
En sus manos se percibe guantes de oscuro trazo, ajustados y de amena comodidad.
Una corbata teñida en negrura se vislumbra, misma que en su descenso se refugia en otro saco, mas, este del mismo matiz carece de mangas y de cuello. Tiene 3 botones del mismo tono.
Un negruzco chaleco ampara su cuerpo. El mismo es de cuello largo y mangas largas. Es descendente desde sus hombros hasta debajo de sus fosas poplíteas, culminando en el intermedio de sus piernas. En cuanto a su frontal, está abierto, aunque tiene cremallera.
En su cadera retoma un ajustado pantalón negro que baja hasta sus tobillos, donde se ostenta que ambos pies están resguardados en botas de estilo militar que finalizan en el intermedio de sus piernas, y al igual que su anterior atuendo, es de la misma tonalidad.
Opcional: En ocasiones como reemplazo al chaleco lleva otro saco ajustado de mangas largas y de apacible talla. El tono en que se baña la tela del atuendo es negro, tan negro como un anochecer carente del firmamento.
Personalidad: Es alguien amante al arte, le gusta los temas profundos y poéticos, que transmitan el sentimiento y esas sensaciones que aviva la llama en él, después de todo le es ameno.
Suele ser alguien muy apegado a las leyes del mundo, aunque irónicamente él las rompió con tal de saber los secretos. Aún así, hay que recordar que fue para un bien.
Nunca se anda con rodeos, si va hacer algo, lo hace sin preámbulo. A pesar de ser alguien frío, sosegado, analítico, serio y perspicaz, es benigno y de vez en cuando puede ser muy irónico/sarcástico, dependiendo de su estado mental. Si su mente se encuentra nebulosa, es probable que esta faceta no sea mostrada, a menos que quiera dispersar esa bruma.
Sabe en qué momento debe ser indulgente y en qué no.
Su vasta cantidad de años le ha llevado a desarrollar un intelecto nivel genio, por lo que es capaz de idear estrategias a situaciones complicadas. Comprende con facilidad temas que ningún humano conocido ha logrado dirimir.
También es alguien que le gusta el vino, en muchas ocasiones se le ve con una copa de ello o con algún cigarrillo.
Se decanta por ver obras de teatro, le complace ver danzar a las personas, esto debido a que es amante del arte, como se comentó.
Una muestra de su «magnificencia» como Serafín es que tiene un grado de culturismo a tal punto de compartirlo con los humanos, y eso hace que lo traten como a un Rey, como al mismo Dios o algún Ángel que vino del cielo, sin darse cuenta que de hecho es uno.
Historia (Resumida): Si nos remontamos en tiempos ancestrales, en la era precámbrica, donde todo floreció; la tierra y las demás cosas que conforman este vasto universo estaban en su primavera.
El origen del nacimiento de todo se ubicaba en los cielos, magnánimo y sagrado lugar reinado por Dios, una entidad con autoridad incuestionable entre su séquito, incluso entre el elenco más cercano a él denominado bajo «Serafines».
Uno de sus Serafines, Asael, despertó de su letargo curiosidad de diversos temas tras convivir y relacionarse con él. Esa curia debía ser saciada, debía desvanecerse como hojas del roble con la llegada del otoño.
La lluvia tras la sequía acechaba tempestuosa, indicando lo que una vez se consideró un «Ataque de estado». Así lo llamaron los incautos seguidores de Dios, cuando en realidad él solo buscaba revelar los orígenes del Edén, de los cielos, de cosas con las que vivían engañados. Todo para un bien, para cimentar un futuro carente de falsedad.
Se había dado cuenta de las habitantes verdades encadenadas en su señor, verdades refugiadas en mentiras que a nada de ser desencadenadas y dar a luz, la vivaz chispa llameante en su corazón se amortiguó.
¿Qué había acontecido? Cuando hay bienes de por medio, la injusticia decanta con su relucir a mermar el anhelo con deleite. Es una trivialidad. Fue así que entonces, Dios al darse cuenta, lo despojó de todo.
Su afán se redujo. No... A decir verdad no se redujo, sino que fue obligado a dejarlo tras su caída a la tierra. Además de ser vetado de sus cargos, de su ascenso, también fue castigado.
Su físico fue cambiado a uno donde no se asemeja mucho a él. Esto debido a la inferioridad con la que «esa» entidad trataba a los demás. Esa reacción alterada, esa faceta inapropiada de un Dios era símbolo y reflejo de su farsa majestuosidad, cosa que los cegados no percibieron.
La única cualidad que se dejó en él, fue ese estático cuerpo que no envejece para que deambulara en el mundo sinfín de veces, así se tornó una entidad errante que arribó en la tierra y que se le denominó «Serafín/Ángel caído». No obstante, aún cuando se le nombró así, él se proclamó como «Gin», siendo este su nombre en la tierra. Nadie exceptuando entidades del cielo conoce su verdadero nombre.
Poderes/habilidades: En este segmento de la ficha debo aclarar que por temas tácticos no mostraré sus habilidades. Solo añadí lo menester del personaje, descartando ese fragmento y otros datos que se van a ir implementando conforme se vayan revelando.
Si de casualidad alguien desea verificar que las acciones en la contienda son verídicas, entonces con mucho gusto evidenciaré ello con alguna captura de la fracción de la ficha. En caso de que el lid se lleve a cabo con un juez, será a él a quien le muestre esas cosas para que corrobore. Para esto y otras situaciones claramente debemos confiar en nuestro honor y transparencia.
Hay cosas que no describí, pero en cuanto den a luz se agregarán. Esto lo hago así porque me es afable. Se van a revelar en alguna trama, rol canon o en algún monorol. También cuando me nazca hacerlo sin necesidad de alguna de las anteriores.