—No esperaba esa respuesta pero sin perder tiempo la azabache se sintió con más confianza— ¿Que puntos me faltarían por rellenar, señorita Ivanova? —Sin perder la coquetería le hablaba entre elegante y galana—
Sentía que era un milagro del cielo, sintió mucha paz y calma al escuchar esas palabras de los propios labios de Nina, ya no solo era Antonella, ahora era Nina interesada en lo mismo, se le había hecho un nudo pero positivo, no sabía que decir, estaba feliz.
— Quiero... Quiero que hagamos la terapia juntas y solucionar lo que debamos solucionar..
Con más confianza se acercó dejando un beso pronunciado a su frente, luego uno a su mejilla.
— Te extraño tanto Nina...
Sonreía riendo suave, acariciaba las manos de su aún esposa, la espalda de Antonella se sentía menos cargada, se sentía esperanzada.
Aprieta sutil su mano que sostenía la de la dama, las caricias no se detuvieron con su otra mano, su palma se abrió y pasaba ese pulgar por el pómulo y mejilla de la pelirroja. Antonella sentía el pecho oprimido ante sus palabras porque ella sentía lo mismo.
— Es una sensación horrible... En verdad que lo es..
Estaba pensativa y abierta al igual que la pelirroja, era el momento para ambas hablar. La azabache le mira y deja un beso a esa mano que no dejaba de sostener.
— Extraño decirte amore mío... Dormir contigo ... Eres tan tibia que extraño abrazarte por las noches
Ríe por lo bajo sutil ante su comentario, la azabache suspira suave mirando a Nina serena pero con ese semblante interesado en la conversación.
— Extraño a mi esposa..
Le miraba con esos grises. Su voz estaba suave pero con ese tono de alfa que a Nina tanto le gustaba, era de proponer soluciones pero está vez prefirió callar y escuchar a la pelirroja.
Su reacción además de sonreír, fue desviar la mirada por la vergüenza que sintió. Antonella era más directa con sus sentimientos, siempre había sido así. Nina por otro lado, era un glacial que se derretía poco a poco revelando sus emociones.
— Lo sé. Lo difícil de estar separadas y vivir juntas, es que aunque no estemos hablando o viéndonos sabemos que la otra está ahí, cerca, y eso es una tentación a acercarse.
Traga saliva, vuelve a mirarla. Separaba los labios con la vista en sus bellos ojos grises buscando la calma para hablarle.
— Quiero intentar la terapia de pareja, si todavía estas de acuerdo.
Sentía que era un milagro del cielo, sintió mucha paz y calma al escuchar esas palabras de los propios labios de Nina, ya no solo era Antonella, ahora era Nina interesada en lo mismo, se le había hecho un nudo pero positivo, no sabía que decir, estaba feliz.
— Quiero... Quiero que hagamos la terapia juntas y solucionar lo que debamos solucionar..
Con más confianza se acercó dejando un beso pronunciado a su frente, luego uno a su mejilla.
— Te extraño tanto Nina...
Sonreía riendo suave, acariciaba las manos de su aún esposa, la espalda de Antonella se sentía menos cargada, se sentía esperanzada.
JavaScript is disabled on your browser.
iOrbix won't work properly if your browser doesn't have JavaScript enabled.
Please enable JavaScript, or alternatively, access iOrbix Mobile.