. :: Datos extra :: .
Es un demonio súcubo mas para ser tangible necesita demasiada energía, es por ello que invocarla resulta ser complicado y se requiere de un ser cuyo poder en exceso le mantenga en el plano terrenal.
Su categoría después de esto es la de un sirviente, es por ello que a pesar de sus deseos prioriza los de su invocador.
Por su naturaleza malvada es evidente que solo un ser igual de malvado puede poseerla como sirviente.
Odia los colores pastel, los niños, las vocalistas femeninas y sobre todo los climas fríos.
Manipula las sombras a su antojo, aun así, prefiere manipular mentes en su beneficio.
. :: Reglas :: .
No es una cuenta lemon, esta súcubo solo corresponde a su master.
Es un personaje difícil, si desea una trama con ella se deberá discutir antes para saber que tan factible es la idea.
Tener en cuenta que la naturaleza del personaje no es la mejor, por ende, no se debe esperar una amistad o siquiera cercanía real al mismo
About Me
“Sólo en las sombras encontrarás el mas prohibido placer.”
Ishtar - The Phoenix's Slave
Larga cabellera verde agua adornaría la cabeza de la joven cuyos cuernos pronunciados se alzaban desde los costados de su cráneo, el tamaño de los mismos tan grande como su propia maldad y lujuria descenderían encorvados hasta enroscarse a nivel de sus hombros y terminar por apuntar hacia el suelo brindándole una apariencia demás exótica, y evidentemente demoniaca. Estatura media, 160 centímetros serían suficientes para cargar con su erótica fisionomía semidesnuda, su exuberancia acorde con su tamaño le otorgaría un equilibrio irónico entre sus atributos y cierta delicadeza. Pequeña cintura, caderas proporcionalmente marcadas y sus senos firmes, medianos, apenas cubiertos por los trozos de tela que se apegaban en pequeñas secciones cual si fuese una segunda piel.
La mirada perversa, maliciosa, pícara y curiosa podría ser solo de un color, rojo como la sangre que tanto disfruta degustar de sus víctimas, sonrisa acorde a lo anteriormente señalado y un par de colmillos afilados completarían su apariencia de perfecto equilibrio entre lo delicado y erótico, pequeño y vil.
En cuanto a personalidad Ishtar no equidistaba de su apariencia, podría tener las máscaras que deseara si eso le ayudaba a conseguir un fin trazado. Para fingir inocencia hacia falta solo borrar su sonrisa y suavizar su voz, si de pretender amabilidad se trataba ella misma sería el ser mas empático al momento, con la pequeña condenada todo era un juego de actuación cuyo único final sería siempre el mismo, el placer propio.
Lo que habitaba naturalmente en ella era sin duda la perversión, la maldad hecha carne, la picardía vil de un demonio cuya existencia se basaría en proveer y obtener algo tan simple como el pecado capital mas tabú y a su vez mas común; la lujuria.
Juguetona la mayoría del tiempo que tenía un cuerpo tangible, no solo estaba en el mundo terrenal para dedicarse a placeres carnales a pesar de ser su favorito, disfrutaba de las bromas pesadas con finales desafortunados (sobre todo para los humanos), adoraba provocar mas que malos pensamientos, sembrar odio y rencor era también uno de sus “platillos favoritos”, su placer sin duda venía de la mano de la discordia, crueldad y depravación.
Como tal Ishtar no posee una historia constituida que desee contar, ha existido desde que el mismo mundo también lo hace y consigo todas las variantes de pecado, ha sido invocada mil y un veces para servir a quienes poseen el poder necesario para despertar su interés y hacerle tangible, ha tomado mil formas, vivido mil historias, robado mil vidas.
. …Y pretende seguir haciéndolo.